"Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón." Jeremías 29:13
Todos estamos en una búsqueda especial, algunos buscamos estabilidad financiera, otros buscan un título profesional, buscan una casa mejor, un buen trabajo, o la independencia financiera, los padres buscamos dejar a nuestros hijos un legado y hasta recursos; también Dios está en una búsqueda exhaustiva, cuando Jesús hablo con la samaritana en San Juan 4 le dijo: "El Padre tales adoradores busca que le adoren, los que adoran en Espíritu y en verdad."
Buscar lograr un objetivo o tener algo, en el ámbito humano puede llevarnos a recorrer caminos escabrosos, tomar decisiones equivocadas y sufrir terribles decepciones, tal vez sepas bien de lo que hablo pues, buscando alcanzar tus sueños o tus metas has entrado por sendas tenebrosas de penumbras peligrosas.
En el texto de hoy nuestro Señor dice. Me buscaran, eso representa una necesidad en nosotros; muchos hemos experimentado ese deseo que nace de nuestra alma abatida, después de probar tantos caminos y después de sufrir sin Dios nos damos cuenta que lo necesitamos, que solo él puede llenar los vacíos de nuestro ser, descubrimos que sin el somos miserables. Amigo, podríamos lograrlo todo y eso no serviría de nada si perdemos nuestro bien más preciado, nuestra alma.
Qué lindo es el Señor, permite que sintamos la necesidad de su amor, para que apasionadamente lo busquemos; Dios nos permite llevar nuestra vida a nuestra manera, haciendo lo que se nos antoja, él nos da libre albedrío, deja que administremos nuestra vida y por experiencia propia digo que malos administradores convertimos nuestra vida en un desastre, la maldad y la perversión nos inundaron y así llegamos a los pies de Jesús para darle una vida destruida a fin de que la restaure y haga en nosotros su obra perfecta.
No sé tú, pero yo tengo una tremenda necesidad de Dios, quiero sentir su amor, quiero que me hable, preciso que el haga su obra en mí, esa necesidad sale de mi alma, el salmista decía: así como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti o Dios la alma mía.
No buscas algo que no necesitas, no buscaras a Dios de corazón, verdaderamente, si no tientes necesidad de Dios; la peor de las miserias de un cristiano, es perder el sentido de sus necesidad, a partir de eso se precipita a la caída, porque es Dios el que nos sostiene, es Dios el que nos cuida, es Dios el que nos prospera, es el Señor el que nos levanta y nos salva.
Busca a Dios, ahora que puede ser hallado, llámalo ahora que está cercano, es este el tiempo propicio para acudir a la presencia de Dios para decirle de “te necesito”